El asbesto es un mineral inorgánico que se constituye en millones de finísimas fibras, 700 veces más pequeñas que el ancho de un pelo humano. Desde 1977 es considerado cancerígeno por la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer y su peligrosidad radica en que puede provocar daños incluso 40 años después de haber tenido contacto con ese material.

Por eso, Chile ratificó en 1998 el Convenio 162 de la OIT prohibiendo el uso de asbesto. En julio de 2001 esto se asentó todavía más con la promulgación del decreto 656 del Ministerio de Salud prohibiendo el uso de asbesto en el país.

La norma tiene su excepción, no obstante: se puede usar en trabajos de demolición, desmantelamiento o modificación de edificaciones, presentando un plan de trabajo para proteger a la población aledaña y los trabajadores.

Planteamos una pregunta ante el uso de paneles con asbesto en la remodelación de la población Santa Marta, en la comuna de Lo Prado, donde los vecinos deben convivir con este material sin que se les haya provisto de mascarillas o medidas de mitigación. Junto a los paneles juegan niños, transitan vecinos, y el asbesto está ahí.