El Arzobispado de Santiago reveló que el año pasado envió 33 millones de pesos al Vaticano, hecho que genera dudas por el significado del financiamiento a un Estado extranjero.
$33 millones de pesos envió el Arzobispado de Santiago para el financiamiento del Vaticano, según el reporte de la arquidiócesis, que transparentó los ingresos y gastos de 2015.
En la entrega pública fueron ampliamente publicitadas las cifras mayores (ingresos por más de $10 mil millones y acciones en empresas), pero pasó casi inadvertido que de los ingresos por concepto del 1% de aporte de los feligreses, se destinaba un porcentaje como aporte para el financiamiento del Vaticano. Más aún, el concepto por el cual se destina ese dinero es, de acuerdo a la información del propio arzobispado es "1% Papal", lo que hace suponer que va a las arcas papales.
Así, el 31% de los aportes que llegaron al arzobispado gracias a las donaciones de los feligreses de su 1% ($ 3.300 millones), un 1% de ese monto ($ 33 millones) fue enviado como contribución al Vaticano.
Si cada diócesis envía sumas similares al año, haga la suma sobre la cantidad que recibe sólo por este concepto el Estado del Vaticano.
Más allá de eso, planteamos aquí, algunas preguntas que restan por responder en torno a este asunto:
1) ¿En virtud de qué los ciudadanos y contribuyentes chilenos financian un Estado extranjero (pues el Estado Vaticano lo es?
2) ¿Paga la Iglesia algún impuesto por la salida de este capital? ¿Las declara en el Servicio de Impuestos Internos?
3) ¿Cómo se justifica esta salida de capital?