Si existiera mayor capacitación y cultura financiera, las personas involucradas con estas empresas hubiesen encontrado irrealizable el compromiso de rentabilidades fijas, altas y sin riesgo.

Por Francisco Javier Labarca, Economista

 

Cuando hablamos de “ética” es relevante remontarse al significado que tiene esta misma, el cual nos menciona que es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los comportamientos y que tiene como centro de atención las acciones humanas y aspectos de las mismas que se relacionan con el bien, la virtud, el deber, la felicidad y la vida realizada. Pero lo relevante de esta rama es aprender a identificar y distinguir las situaciones que nos planteen un dilema ético.

Todo lo anterior se vuelve bastante complicado de aceptar en un periodo donde se han destapado diversos casos de irregularidades en el mundo público y privado. Es que la tecnología ha llevado a un avance de las comunicaciones y una rapidez en la transmisión de la información dignas de películas futuristas de los años setenta. Pero esa velocidad en la información ha traído consigo un sentimiento de inmediatez que no existía hace diez o quince años.

Hoy es común ver síntomas de frustración en las personas al no lograr sus objetivos, sin mediar un proceso y un tiempo determinado. Siendo justamente ese factor la oportunidad que ven personas maliciosas, ofreciendo la llave para acceder a sus objetivos por medio del dinero a cambio de invertir el mayor monto posible. Es donde vemos casos como el de las empresas acusadas AC Inversions, IM Forex y el grupo Arcano, donde comprometen el dinero de terceros, que luego de destapada esta situación acusan de estafa y del engaño al cual fueron sometidos.

Pero, ¿existe algún grado de culpabilidad en las personas que aportaron el dinero a estas empresas estafadoras? En mi opinión, sí: para ellos primó la ambición sobre la razón. En un mundo volátil como en el que vivimos, con todas las dificultades que presenta la economía local e internacional (tema que trataremos en otra columna), el pensar en obtener rentabilidades fijas, altas y sin riesgo es simplemente una muestra de un síntoma humano que nos muestra la baja formación financiera que poseen las personas en general.

Si existiera mayor capacitación y cultura financiera, las personas involucradas con estas empresas hubiesen encontrado irrealizable el compromiso de rentabilidades fijas, altas y sin riesgo. Ya que cuando tú tienes educación financiera logras diferenciar y percatarte que hay situaciones que ni el mismo Warren Buffet o George Soros, lograrían cumplir. En un mundo en el que las rentabilidades de los instrumentos tanto de renta variable (acciones) como los de renta fija (bonos, letras, etc.) han caído drásticamente, el ofrecer rentabilidades 5 veces mayores a la rentabilidad libre de riesgo, se vuelve algo realmente incumplible.

A lo mejor con renta variable, se puede lograr mediante un análisis efectivo, pero el lograr dicha situación constantemente y sin tener la probabilidad de incumplirlo se vuelve un desafío bastante complicado de cumplir.

Volviendo al tema primordial, cabe destacar que la falta de educación financiera nos lleva a sobrendeudarnos, a recurrir a instrumentos que no sabemos cuál es su costo real, a no analizar y llevar una planificación financiera irresponsable. Aspectos que debiesen ayudarnos a llegar a la vejez mejor preparado que lo que solamente puedan entregar las bajas pensiones de la AFP.

Los objetivos como país están en el avanzar en una educación financiera que abarque a todos los miembros de la sociedad, dejándola tal vez como requisito laboral al momento de ingresar al mundo laboral. En una modalidad de certificación en educación financiera. De esa manera evitaríamos tantos problemas en los que inescrupulosos se aprovechan del desconocimiento de las personas y se aprovechan de estás, haciéndoles creer que están “invirtiendo” en mercados internacionales.

Como sociedad tenemos un objetivo importante, que es el ganar haciendo las cosas bien y eso se logra capacitando y educando a las personas, para que estás sean las primeras en prevenir este tipo de situaciones.