Ahora por la ampliación de una medida el 2007:

 

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Nuevamente la comercialización de medicamentos en nuestro país es motivo de controversia y menoscabo económico para los ya exiguos ingresos económicos de los chilenos y chilenas.  Así lo reflejó un estudio de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) dado a conocer por el titular de la entidad, Felipe Irarrázabal, quien advirtió que una equivocada interpretación de la ley, no ha permitido el ingreso de nuevos competidores en el mercado de medicamentos con el consiguiente perjuicio para los consumidores.

En concreto, el estudio discrepa de la ampliación de patentes otorgadas por el Tribunal de Propiedad Industrial (TDPI) a nueve laboratorios que comercializan drogas en Chile contra enfermedades, tales como el cáncer, diabetes, el glaucoma, artritis y Crohn, entre otras.   También, se especifica que la medida favoreció a 12 medicamentos de este tipo, recurriendo para dicha ampliación al “sistema de protección suplementaria de patentes”.

A juicio del FNE esta distorsión que impera en el mercado actual de los remedios se origina en una modificación a este código efectuado el año 2007 “para poner a tono la legislación de propiedad intelectual local con la apertura comercial que vivió el país”.  Mediante este argumento, fundamenta la Fiscalía Nacional Económica, la protección suplementaria busca compensar al titular de la patente de invención cuando se producen demoras administrativas injustificadas en su otorgamiento.

“Sin embargo, la FNE advierte que en los casos estudiados las extensiones concedidas por el TDPI carecen de sentido jurídico y económico y que se basarían en una infracción a la ley, por lo que se justificaría su declaración de nulidad”.  Seguidamente, la Fiscalía Nacional Económica denuncia que la gravedad de esta situación “radica en que la extensión de estas licencias ha generado una barrera artificial a la entrada de nuevos competidores, pues en promedio las patentes han llegado a una duración de 25,5 años (hasta a 33 años en algunos casos), pese a que el máximo permitido por la ley es de 20 años”.

Como un ejemplo de la magnitud de este elemento distorsionador en el mercado de los remedios, el FNE informó que según este estudio sobre una muestra de medicamentos de 9 laboratorios, quedó demostrado que este hecho posibilitó a los propietarios de aquellas patentes ventas por  más de 11 mil millones de pesos durante el año 2013, en circunstancias que se desconoce el ingreso del universo de potenciales solicitudes de ampliación de patentes en trámite.

Felipe Irarrázabal subrayó que este tipo de situaciones tiene efectos negativos en materia de competencia, pues “previenen la entrada de genéricos en los mercados de drogas para el tratamiento de enfermedades” complejas, incluidos medicamentos que superan el millón de pesos y que con la presencia de una alternativa implicaría una caída de entre un 20% a un 40% de su valor.  “De evitarse a futuro la concesión de nuevas protecciones suplementarias improcedentes, sin duda, se generaría significativos ahorros para los consumidores”, afirmo el Fiscal Nacional Económico.